La Navidad es una festividad celebrada en muchas culturas y países del mundo, durante este tiempo del año fuimos con los más pequeños de la casa a los centros comerciales, vi como apreciaban con total asombro los helicópteros de juguetes; también se encontraban otros niños, adolescentes y adultos concentrados en adquirir bienes y servicios de manera frecuente, incluso se notaba la influencia de medios de comunicación y publicidad promocionando diversos productos, el claro deseo de novedad y el impulso de compra propio de las sociedades consumistas ¿Esto puede llegar a ser un problema? En nuestra opinión, si lo es, ya que es evidente el problema del consumismo durante las fiestas navideñas. A continuación, defenderemos nuestra postura.

En primer lugar, el problema del consumismo durante las fiestas navideñas se ve influenciado por los medios de comunicación que dan prioridad a la compra sobre el verdadero significado de la festividad. Hoy en día está más normalizado pasar las fiestas preocupado por los regalos, una de las razones más relevantes de este cambio, es la clara propaganda de los medios para incitar a las compras de lo llamado "fast fashion " que son productos frecuentemente innecesarios y temporales, captan la atención y generan una falsa ilusión de necesidad en las personas. Por otro lado, se ve la pérdida del espíritu navideño, al poner como algo prioritario las cosas materiales y genera una ilusión de magia y abundancia que aleja a las personas del propósito auténtico de la Navidad. Los árboles navideños inmensos y los juguetes espectaculares deslumbran, pero también distraen del valor real de la festividad como la conexión emocional y el compartir momentos significativos con seres queridos. Este consumo excesivo cambia la celebración en una competencia por lo último y más brillante, en lugar de valorar momentos de familia y emoción o regalos más íntimos y significativos. Así, la esencia de la Navidad se debilita en un mar de compras y deudas, desviando la atención de lo que realmente importa.

En segundo lugar, en el ámbito socioeconómico se observa cómo lo económico influye en lo social. Las compras masivas en época navideña están llenas de sonido y color, sin embargo, es evidente cómo cambian nuestros hábitos de consumo, esta inyección de dinero puede traer implicaciones en la economía, como el endeudamiento de los pobres y el gasto desproporcionado del Estado que, en vez de invertir en temas de mayor importancia que los beneficien, los gastan en celebraciones multitudinarias que sirven para un solo momento.

Asimismo, en el contexto social, la perspectiva materialista genera una presión por adquirir bienes que ocasionan expectativas elevadas, estrés financiero y contribuyen al aumento de la desigualdad entre las personas, ya que comparan la exclusividad de los regalos, causando que las personas con menos recursos se sientan frustradas o excluidas. Además, produce un impacto negativo al ambiente debido al exceso de residuos producido por las modas temporales, lamentablemente, este consumo masivo ha desplazado las tradiciones locales y el verdadero sentido de la festividad

En conclusión, es común que las personas se hayan dejado llevar por el consumismo, por lo que tanto en niños como adultos ignoran el verdadero significado que envuelve esta festividad, dado que se enfoca en priorizar la compra y lo material, debido a que diversos factores han provocado el cambio en nuestra percepción de la Navidad, entre estos están los medios de comunicación. Además, la consecuencia que lleva esta grave actitud abarca el ámbito socioeconómico. Por lo tanto, creemos importante generar conciencia sobre nuestros hábitos de consumo durante las festividades y en consecuencia poder disfrutar mejor de la Navidad.